Regular.

"Tú me estás dando mala vida, yo pronto me voy... a escapar... por lo menos date cuenta... `porfavor, no me dejas ni respirar, tú me estás dando… mala vida."

Manu Chao.








Te levantaste temprano tomaste una ducha
ordenaste tu bolso y saliste,
como tantas otras veces, de tu casa
sin decir nada a quien estaba allí…
así como un donde ibas o a que hora regresarías,
de toda maneras no les interesaba.

Ayer había sido un pésimo día de esos que te aburren,
pero que ya son tan cotidianos que los recibes
de la misma manera y hasta incluso
se han transformado en rutina.

Ibas en el micro pensando un poco de esto
y un tanto de aquello,
recordaste casi todo lo que había sucedido
el día anterior e intentabas proyectarte
después de lo sucedido,aunque ya tendrías
bastante tiempo para pensar en eso…
así que imaginaste otras vidas,
otras situaciones, para poder pasar el tiempo.

No te diste ni cuenta y ya era hora de bajar
estabas ansiosa,sabías que todo te esperaba allí.
Por fin llegaste al lugar que más
adorabas de toda la ciudad;
pues sabes que nadie te encontraría jamás allí,
pues nadie sabía que ese lugar te fascinaba,
pues nadie sabía que ese era tu lugar.

Caminaste hasta el fondo,
te sentaste en el mismo lugar de siempre
al costado izquierdo de la última ventana del lugar.
Estabas tan feliz, de allí podías ver como la gente
transitaba a lo largo de ese hermoso parque,
cerca de allí estaba la pileta y
podías escuchar el agua correr
mirabas por la ventana a dos niños pequeños
que jugaban con un globo ¡ohh!un globo azul.

El mozo de siempre se había acercado a tu mesa
-- ¿Qué se servirá?

(...)Mmmm…hacía un poco de calor pensaste
en un jugo de manzana,pero finalmente decidiste
pedir un exquisito y nunca rechazado café(… )

-- Un capuccino grande.

Ahí sabían prepararlo tal como te gustaba.
Esperaste; cuando el mozo volvió e
ncendiste un cigarrillo y
disfrutaste del primer trago de tu café.

Pronto los recuerdos empezaron
a vagar por tu mente
recordaste algunas canciones
que disfrutaban juntos,
sus conversaciones, sus gestos y
la manera en que siempre conseguía hacerte reír.

De pronto miraste tu reloj eran cerca de las 9
como había pasado el tiempo la decisión ya estaba tomada
las cosas [decías] ya estaban solucionadas
así que una sonrisa volvió a inundar tu rostro,
eso te gustaba de ese lugar que al fin
siempre dabas solución a todos tus problemas
aunque a veces no era tan cierto
pero brindaba esa sensación.

Era hora de regresar a casa pagaste el café
sostuviste una pequeña conversación con el mozo,
que no era cualquiera sino el mismo de siempre
(te agradaba) abandonaste el lugar
lo de volver a casa no te gradaba pero era necesario.

Caminado sentiste que muchas cosas
habían quedado allí en el costado izquierdo de la
última ventana de aquel lugar.