Fragmento.

Toda esta charla es bastante inútil.
Cuando empecé a leer novelas, y conste que me ocurrió en plena infancia, tuve desde un comienzo la sensación de que los diálogos entre las gentes eran casi siempre ridículos. Por una razón muy especial, y es que la menor circunstancia los hubiera impedido o frustrado. (…) Lo malo de esto es que puede hacerse fácilmente extensible a todos los actos de la vida, e incluso al amor, que hasta ahora me sigue pareciendo el más grave y el más fatal. Aceptar su punto de vista significa trivializar la existencia, lanzarla al puro juego del absurdo.
Él diría que a lo que llamamos absurdo es nuestra ignorancia.


Perdóneme. No son tonterías, muy al contrario. Mi mal humor viene precisamente de que no son tonterías. Usted me trató de cobarde en el plano moral, y es perfectamente cierto. Empiezo a preguntarme si amor y responsabilidad no pueden llegar a ser la misma cosa en algún momento de la vida, en algún punto muy especial del camino… No lo veo claro, pero desde hace un tiempo… Sí ando con humor de perros y es sobre todo por eso.
Nunca creí que un episodio bastante frecuente en mi vida empezara a remorder, a fastidiar… Como estas aftas que salen en las encías, cada vez que uno pasa la lengua, un dolor tan desagradable… Y esto es como un afta mental, vuelve y vuelve…




Bueno mi año P.S.U se le ha dado termino hace algunos días, bueh ahora por fin ya soy totalmente libre y en mi tiempo no productivo (que por lo demas es bastanteeee) he vuelto al más preciado de mis vicios. La lectura. Los fragmentos que se presentan son de "Los premios" de Julio Cortázar. Por alguna extraña razón este hombre se ha transformando en mi escritor favorito, en realidad lo es hace bastante tiempo. Espero que al igual que a mí disfruten de esto.