jueves, diciembre 28, 2006

Vorágine.

Quisiera abrir los brazos en un gesto patibulario, deshacer de un solo golpe
y un solo grito esa lastimosa pululación que se destruye a sí misma en un retorcido y encontrado final de lucha grecorromana. Sabe que en un momento cualquiera un suspiro escapará de su cotidianeidad,
pulverizándolo todo con una babosa admisión de imposible (…)

(…)

Al borde---- y esa palabra vuelve y vuelve, y todo es borde y cesará de serlo en cualquier momento----, al borde Persio, al borde barco, al borde presente, al borde borde: resistir, quedarse todavía, ofrecerse para tomar, destruirse como conciencia para ser a la vez presa y el cazador, el encuentro anulador de toda oposición, la luz que se ilumina así misma, la guitarra que es la oreja que se escucha. Y como ha bajado la cabeza, perdidas las fuerzas, y siente que la desgracia como una sopa tibia o una gran mancha trepa por las solapas de su saco nuevo, la fragorosa batalla del sí y el no parece amainar, escampa el griterío que le rajaba las sienes, la contienda sigue pero se organiza ahora en un aire helado, en un cristal, jinetes de Uccello congelan la lanzada homicida, una nieve de novela rusa tiembla en un pisapapeles de copos estancados. (…)


[ E ... Persio - Los premios - Julio Cortázar]


Persio desde un momento me cautivo, ya he descubierto el pórque…
Él se parece a ti
o tú a él?
Eres como un personaje de novela, cada vez que te leo, alucino con vos.