lunes, enero 14, 2008

El regreso

No me es difícil pedir disculpas por los errores cometidos, pero cuando ya lo hiciste y la otra persona no accede [a disculparte] termino aburriéndome.
En serio que si siento que la falta cometida supera los límites haré de todo por remediarlo, al contrario si es algo mínimo no sé me aburro, me da lata y no es de orgullo ni nada por el estilo pero siento como que tiendo a humillarme y a convertirme en lo más obstinada.

Dos opciones; la otra persona no esta ni ahí o le encanta que le rueguen.
Y yo no me presto para ese tipo de juegos.