Falsario #03
-¿Alo?
-¿Alo Camila?-
Si, con ella. ¿Con quién hablo?
-Habla Ignacio Aguirre, amigo de Benjamín Altamirano.
-Holaaa!! Si! ¿Cómo estás? Sorry no te había conocido.
-Bien, bien. ¿Tú?
-Bien gracias…
-Eeeee… te llamaba… eee… ¿te tinca juntarnos hoy?
-Obvio, dale. Yo salgo a las 4:30 de clases.
-¿Estás en clases?
-Si.
-Disculpa. Te llamo más tarde. Te estoy interrumpiendo. De verdad disculpa.
-Noooooo… noo… si la clase es fome… jajaja… bacano que me hayas llamado, fue la excusa para salir, te lo agradezco.
-Jajaja… bueno, entonces te tinca juntarnos a las cinco ¿dónde te acomoda?
- A las cinco. Perfecto. Mmmm me da igual… dime tú.
-¿En las boleterías del metro de la cato?, ¿puede ser?
-Ya excelente. Ningún problema.
-Un beso. Nos vemos.
-Otro. Gracias.
¿Quién era? –pregunta la Lú. Ignacio…
Nos juntamos en la boletería del metro. Yo llegué a las 4:55 y él ya estaba allí. Caminamos unas cuadras hasta dónde había dejado estacionado su auto. En el trayecto conversamos de todo. Fuimos al Hoyts de la Reina. Lo pase demasiado bien, como hace muucho tiempo no lo hacía. Él pretendía ir a dejarme a casa, peor yo no iba a mí casa sino que a la de la Lú. Cuando llegamos justo venía el Benja así que después de saludarnos nos molesto demasiado. Al despedirnos no agarramos. Pero eso estuvo bien.
Así comenzamos a salir juntos, a encontrarnos más seguido. Después de dos semanas de llamadas, salidas y buena onda… “agarramos”. Él me atraía demasiado y cumplía con todos los requisitos que yo esperaba encontrar en una persona. El último día de Abril fue definitivamente más que un amigo... un agarrante... andante... o algo así.